Publicado hace 8 años por --375782-- a noticiasdelaciencia.com

Los miniplanetas (planetas enanos) tienden a ser un grupo misterioso. Con la excepción de Ceres, que reside en el cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter, todos los miembros de esta clase de astros en nuestro sistema solar se esconden en las profundidades de la periferia del sistema solar, más allá de Neptuno. Están lejos de la Tierra, son pequeños y su temperatura es baja, todo lo cual dificulta observarlos, incluso con grandes telescopios. Así que no extraña que solo en años recientes se haya ido descubriendo a muchos de ellos.
Plutón, aunque fue descubierto en 1930, es un claro ejemplo de este carácter esquivo. Antes de que la sonda New Horizons de la NASA lo visitara en 2015, este miniplaneta solo se conocía como poco más que una mancha borrosa, incluso con el agudo ojo del Telescopio Espacial Hubble. Dadas las complicaciones inherentes de intentar observar estos lejanos mundos, los astrónomos necesitan a menudo combinar datos de varias fuentes para poder deducir detalles básicos acerca de sus propiedades.