Hay niños que no necesitan estar con otras personas alrededor. Que sólo tienen dos o tres amigos y en situaciones como el parque o un cumpleaños infantil se sienten cómodas en pequeños grupos y no son muy habladoras. Y están bien así. Son introvertidos y esto es un rasgo de su personalidad, es decir, es algo estable desde muy pequeños. Hay otras criaturas, sin embargo, que rechazan las situaciones mencionadas: no quieren ir al parque, a un cumpleaños, o a la extraescolar de fútbol, o se pasan el recreo solos y cabizbajos. Si las situaciones sociales les generan ansiedad, rechazo o temor, entonces, probablemente, estamos ante una criatura tímida.