San Mamés se confundió con el humo de los fuegos pirotécnicos y fue desapareciendo, poco a poco, en la bruma de la historia. Fue después de un paseo por su gastada pero buena memoria. Después de que leyendas como Iribar y Dani volvieran a vestirse las botas, llegaron a su césped las imágenes en vídeo de algunas de sus noches más célebres. Era un breve relato de su historia que recordaba los remiendos de un estadio centenario acostumbrado a reinventarse.
Comentarios
Todos mis respetos a un templo deportivo que cada quince días reunía a una de las mejores aficiones del mundo (del Athletic y del fútbol).
¡Urrutia defenestración! ¡Bielsa, quédate!