Paulo Bento apuesta siempre por los mismos, fútbol del pasado donde las alineaciones se recitaban de memoria. El objetivo es generar rutinas, complicidades, pequeñas sociedades en definitiva. Alineación de gala, 1-4-3-3, y juego ofensivo, era un día para atacar y atacar. La primer oleada fue desgarradora, los lusos iban con todo, en la primera media hora no dejaron ni respirar al adversario hasta convertir en héroe a Agayev, el portero azerbaiayno.