Hace 10 años | Por geralt_ a yorokobu.es
Publicado hace 10 años por geralt_ a yorokobu.es

Cuando en 2009 el Villaverde Boetticher, pequeño equipo de fútbol de este barrio obrero del sur de Madrid, consiguió una plaza para ascender a tercera división, se encontró con que la realidad era más tozuda que sus ilusiones: no podían hacer efectivo el ascenso sin un campo de hierba en el que jugar la siguiente temporada. El sueño se frustró. El Villaverde C.F. se veía lastrado para siempre por este techo de cristal, ya que el coste de cambiarlo era inasumible para esta humilde entidad. Pero esta es una historia feliz y con final abierto...

Comentarios

WaZ

Dafuq? coño, un articulo sobre el Boetticher

Aunque el cesped artificial lleva un par de añitos, no es "de ahora".