Nunca la pasión competitiva llegó tan alto y tan lejos. Amaya Valdemoro Madariaga puso ayer, a los 37 años y en su Alcobendas natal, punto final a su memorable carrera deportiva tras unos meses de puntos suspensivos y vértigo a la retirada. Metáfora y colofón de su trayectoria, su última imagen sobre una cancha de baloncesto será la de una ganadora: con una medalla de oro colgada al cuello y levantando el trofeo de campeona de Europa con España junto a su inseparable compañera de viaje, Elisa Aguilar.
Comentarios
#0 Solo por el nick, meneo, ooh, nuestro alabado FSM!
#2 los volcanes de cerveza de tu cielo pastafari, me aseguraré que no sean de Cruzcampo
Crack!!!