El Mirandés, hasta hace unos días, era propiedad de sus socios. Un equipo humilde, simpático, que aprovechaba sus recursos para lograr los mayores éxitos deportivos a su alcance, sin endeudarse como es costumbre en el fútbol actual. Si jugaban en Tercera, genial; en Segunda B, mejor todavía, y en Segunda, como esta última temporada, una hazaña histórica… que les ha salido muy cara. Porque el Mirandés, el Club Deportivo Mirandés, ha muerto de éxito; ha muerto de ambición. En la última y polémica asamblea de socios...
Comentarios
Aunque parezca mentira yo soy defensor a ultranza del amateurismo.
Me parece que el deporte forma parte de la vida como ocio y salud. El que haya muchos que puedan hacer negocio o vivir de él me parece cuanto menos de aprovechados.
Ojo, que médicos, fisios etc, podrían seguir trabajando de la misma forma. O incluso mas, porque a ver como lo haces para que un tío que trabaja 6 horas todos los días de carpintero y entrena 3 veces a la semana, te rinda el domingo en el partido.
Me refiero a los jugadores profesionales, representantes, presidentes...
Pero bueno, es lo que hay y lo que toca ver.
O cuando el negocio mata al deporte y lo convierte en espectáculo y opio para el pueblo. Panem et circenses, una historia más, pero sin pan.
"empujado al precipicio por una Liga de Fútbol Profesional que exige ser SAD para competir en Primera o Segunda División"
Esto creo que no es verdad, hay clubes de primera que no son SAD.
No entiendo como han votado esto, sabiendo que muchos clubes SAD vana desaparecer dentro de poco y que esa conversión solo sirvió para hacerse rico a algunos presidentes a costa del club.