El sábado 19 de octubre arranca el quinto Open de Tenis de Valencia, el tercer torneo –tras el Masters de Madrid y el Conde de Godó de Barcelona- más importante de España. Nada extraordinario, más allá del empaque deportivo del evento, si no fuera por la aportación del contribuyente valenciano a su celebración: 18 millones (15 millones más IVA) en cinco años.
La cabeza visible del torneo no sólo fue un tenista superlativo, sino también un habitual en actos de corte partidista organizados por el PP. En 2003, leyó un manifesto en un acto auspiciado por el Consell en el que se reclamaba "Agua para todos", eufemismo por el que se demandaba el trasvase del Ebro programado por José María Aznar, abandonado por el gobierno de Zapatero y ahora olvidado por el ejecutivo liderado por Mariano Rajoy.
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Ferrero, habitual en actos del PP
La cabeza visible del torneo no sólo fue un tenista superlativo, sino también un habitual en actos de corte partidista organizados por el PP. En 2003, leyó un manifesto en un acto auspiciado por el Consell en el que se reclamaba "Agua para todos", eufemismo por el que se demandaba el trasvase del Ebro programado por José María Aznar, abandonado por el gobierno de Zapatero y ahora olvidado por el ejecutivo liderado por Mariano Rajoy.
Quien a buen árbol se arrima...