Hace 8 años | Por palehari a martiperarnau.com
Publicado hace 8 años por palehari a martiperarnau.com

Cuando Granada, Atlético o el Málaga de Javi Gracia le hicieron ver a Zidane en febrero que no habría tiempo para crear ese Madrid asociativo y vistoso con el que se le identificaba por todo lo que transmitía su personaje, se intuía que la idea de replegar sin balón y no desordenarse con él -aunque esto repercutiera en posesiones pesadas y poco productivas- simplificando la salida de bola o el ataque organizado, solo sería un plan de emergencia. Entonces llegó Casemiro.