Hace 11 años | Por --224106-- a marca.com
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El viernes 7 de mayo de 1937 los disparos aún sonaban en las calles de Barcelona a pesar de que la CNT había llamado a sus hombres a poner fin a la revuelta anarcosindicalista que enfrentó de manera brutal al gobierno de la República y a la Generalitat. Cuando el sol comenzaba a ponerse, Alberto Martorell acabó su jornada de trabajo en el hospital Clínico de Barcelona. El portero del Español compartía la meta perica con su trabajo como médico al lado de su hermano Fernando.