Hace 11 años | Por MarcSaludes a futboldeseda.com
Publicado hace 11 años por MarcSaludes a futboldeseda.com

A Thiago Alcántara se le ve que es bueno con solo mirarle a los ojos. No hace falta más, transmiten algo. Se observa la seguridad del jugador brasileño de hacer cualquier cosa aunque parezca imposible. Seguridad que puede convertirse en pedantería cuando se alardea de forma indebida y se elige lo complejo por lo sencillo para levantar un asiento. Es brasileño, para lo bueno, y para lo malo. Si nos fijamos en el gesto, terminamos de enamorarnos.