El lanzamiento de botellas, puñetazos y el choque con las fuerzas del orden han dejado una decena de heridos en una primera estimación. Cerca de 2.000 seguidores del Feyenoord destrozaron la Piazza di Spagna y Villa Borghese y la Fontana della Bacaccia, que precisamente había sido recientemente reformada por valor de 200.000 euros.