Hace 10 años | Por conversador a dailymail.co.uk
Publicado hace 10 años por conversador a dailymail.co.uk

En la vida real generalmente son presentados como enemigos mortales, pero un gato que se estaba muriendo después de ingerir un raticida se salvó gracias a una transfusión con la sangre de un perro. La extraña operación fue realizada por la veterinario Kate Heller en Nueva Zelanda que se dio cuenta de que Rory no iba a sobrevivir a menos que se le hiciera una transfusión de sangre inmediatamente.