«Lo llevaron a bautizar y no me lo devolvieron. Yo reclamaba el niño, y que si estaba malo, que si no estaba. No lo volví a ver». Éste es el testimonio de Emilia Girón, que dio a luz en el hospital de la cárcel de Salamanca en 1941. Su delito: ser hermana de un guerrillero. El robo de niños fue sistemático en cárceles, hospicios y maternidades. 70 años después no se saben todos los datos. Relacionada:
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