C&P Podía beber hasta seis vasos de Vodka entre las 12 y tres de la mañana, aún cuando su última comida había sido a las dos de la tarde. Con sus 42 kilos repartidos en un metro 60 y una inagotable afición al gimnasio, Antonia es el caso tipo de una mujer que padece Drunkorexia o Ebriorexia, término acuñado por el periódico norteamericano The New York Times para definir la enfermedad que se presenta en personas obsesionadas con su peso y que dejan de alimentarse para compensar las calorías ingeridas por el alcohol. (5 páginas)
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