Ante el incremento de pedigüeños en la capital, algunos indigentes cambian el día por la noche del fin de semana. Mientras los jóvenes charlan y toman sus copas, Kike se encarga de lucir su ingenioso cartel por las cristaleras de los locales: "¿Alguna chica bonita quiere un tío feo para que nadie se lo quite?". Casi todo el mundo se gira para leer su mensaje. Su estrategia la tiene bien definida, y le funciona, ya que en los últimos ocho días, revela, se ha sacado 465 euros.
|
etiquetas: indigentes , limosna , chica bonita , mendigos