El filósofo, matemático y científico René Descartes, considerado el iniciador de la filosofía moderna, fue asesinado por un capellán conservador llamado François Viogué. El método para envenenarlo fue tan simple como bañar con arsénico la oblea con la que iba a comulgar. Esa es la conclusión de la investigación llevada a cabo por el historiador Theodor Ebert en un ensayo que ha causado gran revuelo, tras su reciente publicación en París.
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