El pasado diciembre muchos se sorprendieron al recibir la felicitación de la estación de ski Grandvalira. ¿El motivo? El enorme árbol de Navidad dibujado en la nieve, obra del artista Simon Beck, pionero del 'snow art', un arte efímero ideado para apreciar desde el aire. Simon Beck llevaba tiempo sufriendo dolores en sus pies. Obligado a moverse por prescripción médica, y amante de las gélidas temperaturas invernales, decidió hacerse con un par de 'raquettes' para los pies y caminar sobre la nieve todos los días.
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