Fue un estudiante mulato de 21 años en la Universidad de Columbia. La primera noche durmió en un callejón y se lavó en una boca de incendios. Ahora ya está instalado. Vive en un barrio duro, al este de Harlem, en un apartamento sin calefacción. Tampoco hay telefonillo y si alguien lo visita, tiene que llamarlo desde una cabina en la gasolinera de la esquina. Admite que consumió marihuana y cocaína cuando iba al instituto y que no se drogó con heroína porque no se fiaba del camello. Su sinceridad desarma.
|
etiquetas: elecciones , personaje , obama