La asociación Babilón, que trabaja desde hace algo más de diez años con personas con discapacidad intelectual, inauguró ayer en el Grau de Gandia su primer centro de empleo que funcionará como un restaurante abierto a todo tipo de público. Un establecimiento de hostelería como cualquier otro, con personal formado y titulado, pero con la particularidad de que su plantilla está integrada por discapacitados.
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