Las bibliotecas empresariales y sus usos

Una biblioteca es siempre un espacio de conocimiento, y en nuestra democracia se establece que cualquier ciudadano o ciudadana tiene pleno derecho al acceso libre y gratuito a ese conocimiento. Por eso existen las bibliotecas nacionales, las públicas y las autonómicas, para proporcionar conocimientos adaptados a nivel global o estatal, o adaptados a cada comunidad local en función e sus tradiciones, su historia y sus necesidades.

Leer libros, y más actualmente también acceder a eBooks y revistas electrónicas, no debe ser solo un derecho reservado a personas ricas.

Sin embargo, existen también las bibliotecas de ámbito privado. Es muy habitual que sean especializadas o científicas, ya que económicamente son cubiertas por organismos científicos privados.

Sin embargo, cualquier empresa puede tener su propia biblioteca si lo considera oportuno, o incluso podemos incluir servicios bibliotecarios en cafeterías, clínicas privadas y numerosos servicios que a priori no tienen que ver con el conocimiento en sí. Pero para hacer eso, y antes de arriesgarnos a invertir préstamos rápidos de WannaCash.es o el dinero de los fondos de la empresa, antes debemos hacer un estudio de rentabilidad.

Una biblioteca, en realidad, encaja en cualquier parte donde haya un número mínimo de personas interesadas en su consulta, y no es obligatorio que sea demasiado grande. Por ejemplo, podemos incluirla en la pequeña oficina de una empresa dedicada al diseño gráfico.

La «biblioteca» puede ser una habitación en peso o un pequeño rincón con estanterías, mesa y dos o tres sillones; y la bibliografía catalogada y etiquetada en ellas, unos cuantos libros enciclopédicos básicos o manuales sobre el tema en cuestión. Es decir, introducción y consejos sobre diseño.

¿A qué personas dirigimos esa pequeña biblioteca de oficina? Claramente a los empleados y las empleadas, lo que nos permite perfeccionar la formación de las personas que trabajan para la empresa y, por lo tanto, aumentar su precisión y su profesionalidad a la hora de trabajar para obtener beneficios empresariales.

Este ejemplo de biblioteca empresarial es solo uno de muchos, pero muy paradigmático. Las bibliotecas, en definitiva, pueden ser muy versátiles y adaptables en múltiples espacios del sector privado.