Un empleado de la plataforma Deepwater Horizon, cuya explosión causó el vertido de crudo en el golfo de México localizó el derrame semanas antes de que se produjera el accidente. El inhibidor de fugas, que está diseñado para evitar derrames en caso de emergencias, falló el día del desastre.Se alertó sobre este defecto a BP y Transocean, la compañía propietaria de la plataforma.Las compañías no repararon la avería porque esa decisión habría supuesto el cese temporal de las operaciones de extracción, causando una pérdida de US$500.000 al día.
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