La grasa del corazón tiene células madre capaces de convertirse en músculo cardiaco y vasos sanguíneos. Ese hallazgo de investigadores ha quedado demostrado en un trabajo con ratones y ratas de laboratorio fabricando tejido cardiaco artificial a partir de esas células madre para poner parches sobre los corazones infartados. . En los ratones y ratas a los que se provocó un infarto y se les inyectó células madre de la grasa cardiaca de humanos, la recuperación del funcionamiento del corazón a alcanzó del 33% al 43%.
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