Obligará a las operadoras que quieran ofrecer servicios a tender su propia red, pero Telefónica deberá abrir sus canalizaciones a sus competidores. Ha cedido ante presiones de la compañía y puede echar del mercado a alguna de las que existen, pero es el primer paso para mejorar las infraestructuras que tenemos. Ahora solo falta ver cómo afecta a los precios.
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