La imagen de centenares de personas haciendo cola la pasada semana ante el Banco de Alimentos de Lugo dio la vuelta a España. En esta, la afluencia ha ido a más. Una de las que ayer acudieron es María, de 68 años. Las secuelas del derrame cerebral que sufrió hace tres le impiden trabajar para completar los dos años de cotización que le restan para jubilarse.
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