"¿Cómo se puede explicar que regulemos los mercados de dinero, pero no los de materias primas?", pregunta el bueno de Sarkozy para justificar las medidas propuestas. (...) Si los pobres pudieran pagar su arroz con monedas de oro (extraño mundo ese en el que la masa monetaria no aumenta al son de la manivela de la impresora de billetes) ni habrían sufrido la mortal volatilidad de 2007 y 2010 ni habrían tenido que pagar precios estratosféricos por lo más esencial.
|
etiquetas: alimentos , inflación , dinero