Debord es el exponente situacionista más recurrente y completo. Pero el artículo que sigue orienta sobre unas aplicaciones que gozan de plena actualidad entre los peldaños de la ciudad a la provincia. Todos disponemos nuestros espacios con objetos que aparentemente están hechos para un uso o función, y luego le cambiamos - por rebeldia, desidia, por inercia, por amor al arte, etc- su función o objeto entre la otredad de lo que rodea. La forma de jugar consiste justamente en lo contrario: en jugar con la forma.
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