Hay varios tipos de consumo, y cada uno está condicionado por factores diversos. Conocer los tipos de consumo y a qué refieren es fundamental si quieres conocer más sobre tu propio hábito de consumidor. Los siguientes dos tipos de consumo son útiles para ello.
Consumo ocasional
Puede definirse al consumo ocasional como el consumo irregular de un producto, aquella adquisición y/o uso que se realiza de vez en cuando sin constituir un gasto fijo en las cuentas del comprador.
El consumo ocasional puede convertirse en consumo habitual, si el cliente gusta de aquello que adquiere de manera que lo integre en su conjunto de gastos regulares y que deben estar en su presupuesto. El consumo ocasional es también consumo experimental en tanto el comprador consume artículos fuera de los que está acostumbrado en orden de probar cosas nuevas.
El consumo ocasional está asociado al gasto improductivo, si dicho consumo es realizado en torno a objetos no explícitamente necesarios para el consumidor. Esto puede impactar en las finanzas personales y familiares del comprador si no cuenta con dinero rápido para reponer sus gastos.
El impacto negativo del consumo ocasional está mediado por su frecuencia y los objetos que son adquiridos. Si tus adquisiciones ocasionales están orientadas a artículos importantes para tu calidad de vida, tu gasto es productivo, y consecuentemente una buena inversión de tu dinero.
Consumo habitual
Consumo habitual es todo consumo realizado en términos regulares, las adquisiciones que gozan frecuencia en tus gastos y en tu cotidianidad, sean estas para tu calidad de vida o no. El consumo habitual es el tipo de consumo con mayor importancia e influencia en tu estilo de vida dado que provee la mayoría de elementos que la componen y permiten que exista.
Las necesidades básicas son un objeto frecuente de consumo habitual, gracias a que los servicios básicos que las satisfacen han de pagarse regularmente en orden de mantenerlos. Electricidad, agua, gas e internet son consumos habituales, todos los días hacemos uso de ellos, y cada uno tiene un aporte significativo en tu calidad de vida.
Tus ingresos regulares deben ser el sostén de tus consumos habituales. Aunque puedes valerte de créditos rápidos o de otro tipo de financiación, esto puede acarrearte problemas y deudas innecesarias. Por lo tanto, el consumo habitual tiene un lugar importante en el presupuesto porque es un condicionante directo de éste; representa una cantidad fija de tus ingresos que debes orientar a ellos, una cantidad que no podrás disponer para otras cosas de tu interés.