En 1587 (casi 30 años antes de la publicación de El Quijote) el manco de Lepanto fue enviado a Andalucía con el encargo de obtener provisiones para la Armada Invencible en su misión de invasión de Inglaterra. Aceite, trigo o jamones, todo valía para dar de comer a la Flota y a los aguerrido soldados españoles que debía tenían la misión de conquistar Londres, aunque puede ser que Cervantes lo viese todo como una ocasión de mejorar su situación económica, a costa de lo ajeno y con el riesgo de acabar entre rejas.
|
etiquetas: miguel de cervantes , jamones , armada invencible