Ven aquí, mi nietecito bonito. Ven, siéntate en mi regazo que te voy a contar un cuento. Así muy bien; apoya tu cabecita en mi hombro que esta historia que voy a relatarte pertenece a una realidad pretérita, de no hace mucho tiempo, pero real como la vida misma. ¿Recuerdas que el otro día le comentaste a tu abuelo que los cartuchos de la impresora que hemos comprado eran muy caros para la poca tinta que tenían? Pues escucha, mi hijito, escucha.
|
etiquetas: impresora , láser , barata , cartucho , caro