Justo antes de que se ponga el sol en el arrecife, de 3 a 5 hembras se dirigen a una zona específica del arrecife donde cada noche se inicia un curioso ritual de apareamiento. El macho seleccionado por la hembra se apoya en la hembra y juntos se elevan en trance hasta 1 metro por encima del arrecife. Una vez que están en la cúspide de su ascenso el macho expulsa su esperma y la hembra suelta una nube de huevos que puede llegar hasta los 200. Entonces desaparecen para siempre.
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