Un estudio que publica la revista 'The New England Journal of Medicine' (
content.nejm.org/cgi/content/short/360/5/459) ha corroborado que el hecho de donar un riñón es seguro y no deteriora ni la calidad de vida, ni la salud a medio y largo plazo. Para llegar a esta conclusión, los autores del trabajo llevaron a cabo un seguimiento exhaustivo de casi 3.700 personas que habían donado uno de sus riñones desde 1963 hasta 2007.