Uri Geller se encontraba paseando por el centro de Tokyo cuando decidió entrar a curiosear a una enorme tienda repleta de juguetes y merchandising de la saga Pokemon. Allí, alucinado, descubrió la existencia de Ungeller. Enseguida supo que debía denunciar e intentar sacar una buena tajada. Según la denuncia Uri Geller fue acosado por cientos de admiradores japoneses que gritaban su nombre y le pedían que firmase la carta con el Pokemon en cuestión. Hablamos de el mismo tipo que asegura poder encontrar petróleo y detener el tiempo
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