Fíjate en esa pequeña cruz en medio del dibujo de colorines que hay sobre estas líneas. No la pierdas de vista, no apartes los ojos de ella, no pestañees siquiera. No podrás creerlo pero en unos segundos todo el dibujo alrededor de la cruz desaparecerá, se desvanecerá. Todo se volverá blanco y tan solo la cruz seguirá en su sitio. Una vez más, tus ojos te muestran algo que no se corresponde con la realidad, porque no los verás pero te garantizamos que las manchas de colores siguen ahí aunque tú no las veas.
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