Ahora que el Gobierno de Obama está intentado sacar adelante una reforma sanitaria con enorme resistencia por parte de amplios sectores de la sociedad y la política, conviene aportar al debate un dato: muchas mujeres estadounidenses mueren como chinches en los paritorios. Simplemente porque son pobres y no tienen seguro médico. En algunas regiones, Estados Unidos tiene índices de mortalidad materna que rivalizan con los africanos.
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