[c&p] Los jóvenes del Pla de Na Tesa andan enfadados con los responsables de la farmacia, la única de la zona, porque se niega a vender preservativos. La causa de esta decisión, asombrosa para los tiempos que corren, parece que se debe a las convicciones religiosas de los dueños. Nada que objetar a sus principios religiosos, éticos o morales, pero no hay que olvidar que la farmacia es un servicio sanitario público, de atención al ciudadano
|
etiquetas: farmacia , preservativo , religión