Los investigadores de Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill han descubierto que el vorinostat, un inhibidor de la deacetilasa que se usa para tratar algunos tipos de linfoma, destruye los reservorios de VIH escondidos y latentes en pacientes que reciben tratamiento antirretroviral. La presencia del virus en sangre era 4.5 veces mayor que antes de recibir el fármaco, una evidencia de que el virus estaba siendo desenmascarado. Según David Margolis, este puede ser un camino para curar el sida. En español:
goo.gl/9Kc5k