El gobierno británico anunció que garantizará 260.000 millones de libras en activos tóxicos del Lloyds Banking Group (LBG) a cambio de aumentar a 77 por ciento su participación en el capital del banco y convertirse en accionista mayoritario. De esa participación, un 65 por ciento de las acciones son con derecho a voto. Tras este acuerdo, similar al concluido en febrero con Royal Bank of Scotland (RBS), sólo HSBC y Barclays figuran como los únicos grandes bancos británicos que no están bajo el control del Estado.
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