Vayan dándole las gracias a la generación de nuestros padres. Nunca unos saturnos devoraron con tanto cariño a sus hijos. En efecto, debemos dar gracias a esa generación que secuestró la Transición y con ello la política de varias décadas. Que nos taponó el acceso a las administraciones y las instituciones. Que nos enredó en la madeja inmobiliaria, retrasando o impidiendo la emancipación de legiones de jóvenes. Y consiguiendo que otros muchos cometieran suicidio financiero. Que nos ha arrastrado a la peor crisis económica que hemos conocido...
|
etiquetas: crisis , generacion , transición , vivienda