El temido Pablo Emilio Escobar Gaviria abatido sobre el techo de una casa en su natal Medellín tras una feroz cacería que duró 17 meses. Ahí estaba, el “patrón del mal”, el narcotraficante más buscado del mundo, el hombre que puso en jaque al gobierno colombiano, el responsable de la muerte de más de 500 policías, el mismo al que no le tembló la mano para pagar mil dólares por cada asesinato, ni para detonar decenas de bombas, ni para cometer magnicidios, ni siquiera para explotar un avión en pleno vuelo.
|
etiquetas: pablo escobar , droga , narcotráfico , colombia