Fue llegar a España y verlo claro. “Ahí está el negocio”, pensó Hernando Osorio, a pleno sol, junto a los turistas que hacían cola frente al Palacio Real. Se puso a vender botellitas de agua con las que ha ido haciendo su patrimonio desde que dejó Colombia, 11 años atrás. En verano vuelve a su “oficina” de la plaza de Oriente. El resto del año come de lo que vende en las manifestaciones. Esta es su semana grande: Madrid aglutina 81 concentraciones en siete días.
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