Fundada en 1958, y tras haber competido en F1, A1GP, Champcar y campeonatos de resistencia a lo largo de su existencia, Lola Racing Cars cierra sus puertas. Tras entrar el pasado mes de Mayo en concurso de acreedores con deudas por encima de los 20 millones de libras, los administradores no han encontrado un nuevo dueño para la compañía y han optado por el cese de la actividad. Los derechos de la marca Lola y de la propiedad intelectual de sus diseños quedan bajo la propiedad de Lola Group Holdings.
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El hecho de que, pese a que de nuevo intentaron entrar en F1 en 2010, no compitieran en los últimos años en categorías "vistosas" hará que este cierre pase desapercibido; pero esta casa ha colocado, con mayor o menor acierto, coches suyos en Monaco, Indianapolis y Le Mans, por citar tres "mecas" del automovilismo. ¡Que sea un "hasta luego"!