Los hechos ocurrieron cuando el maestro ordenó a sus alumnos a realizar un experimento precisando que quienes no lograran el resultado correcto serían castigados.Culminadas las pruebas, dos estudiantes no cumplieron el objetivo y el maestro los separó del grupo.Antes de obligarlos a beber el docente probó un sorbo para luego manifestar que "estaba delicioso". Una rápida investigación reveló que el ácido clorhídrico había sido diluido para que no causara daño en el organismo.El docente podría ser sancionado por generar pánico a sus estudiantes
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