Antes de que se consumara el triunfo de San Juan sobre Bella Vista por 2 a 1, un jugador fue expulsado por agresión a un perro. El partido se moría. El delantero, que había sido reemplazado minutos antes, observaba el encuentro sentado en el banco. El perro ingresó y, después de haber eludido a varios futbolistas, fue capturado por Jiménez, que intentó arrojarlo a la tribuna, pero rebotó contra la tela y cayó al suelo. Los jugadores de San Juan reaccionaron y fueron a buscarlo. Se armó un revuelo y el árbitro Fernando Albornoz le mostró la roja
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