Osone Atsuko es una trabajadora anónima de los 600 empleados que Canon emplea en su planta de Torida, a 40 kilómetros de Tokio. Ella puede ser perfectamente quien haya montado pieza a pieza la gran fotocopiadora, que escanea y envía faxes todos los días en su oficina. Le han hecho falta sólo dos horas y media para encajar las 3.100 piezas y completar los 600 procesos para montar ese equipo. Hacer a cada trabajador responsable del producto es más eficiente que convertirles en robots humanos que atornillan piezas de manera mecánica
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