Cuando dos emisoras antagónicas en sus planteamientos e ideologías se cogen de la mano y directamente se dirigen a organismos, entidades y empresas, públicas o privadas para “recomendar”o más bien “exigir” que no se haga publicidad en esta emisora y cuando se hacen llamadas a nuestros clientes vilipendiándonos y acusándonos de ser ilegales, es que algo huele a podrido en el pequeño espectro radiofónico de esta ciudad.
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