La comodidad y las exigencias sanitarias y administrativas, dos de las claves para explicar el descenso de una costumbre en manos de personas mayores. En cinco años, el número de cerdos sacrificados en Extremadura ha caído en un 30,2%, según datos oficiales de la Junta. Un simple repaso visual a cualquier matanza muestra que apenas hay jóvenes y los mayores son la mayoría de los presentes. En 1996 se llegaron a matar 63.000 cochinos. El año pasado, la cifra apenas superó los 15.300.
|
etiquetas: matanza , cerdos , bellotas , tradición , descenso , extremadura