Una periódica mirada a El Angel Caído siempre se ve recompensada por uno o muchos regalos visuales. Entre la oferta de este mes hay muchas joyas, aunque personalmente recomiendo las fotos del extrarradio de Bogotá hechas por Fernando Cruz Florez, con inquietantes y desconcertantes construcciones que forman parte de un caos megalítico cuyo significado no alcanzo a comprender. Tampoco sé nada de su lugar natal, Cundinamarca, un nombre que parece salido de una novela de García Marquez. Tal vez alguien de meneame lo sepa explicar.
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