Entretenido artículo de Jeff Atwood, en el que expone su particular visión del mundo del software, de cómo en ocasiones se produce software innecesario y mal hecho (cita el ejemplo de los fabricantes de cámaras fotográficas), y de cómo, en general... el software apesta, y el odio que produce es mayor si se es desarrollador. Y aún mayor si el software lo ha desarrollado uno mismo. [artículo en inglés]
|
etiquetas: software , programación , desarrollo