Tras esta "inolvidable" experiencia, volvió a España. Había recibido una invitación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para hacerle un contrato Ramón y Cajal (de cinco años) y quiso intentarlo. Sin embargo, afirma decepcionado, "aquí las cosas funcionan de otra manera". Como él mismo explica, "salió una plaza con mi perfil, pero la perdí por una décima de diferencia, a favor de otra persona que había realizado su carrera profesional en 'la casa'. Presenté un recurso y el procedimiento todavía está abierto".
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